Es probable que hayas escuchado muchas veces que la práctica del ejercicio físico es muy buena para la salud, pero pocas veces se profundiza en los beneficios que conlleva ejercitarse de forma habitual y con regularidad.
Si eres una persona que no practica ningún deporte, ya sea porque tienes una vida muy ocupada o porque tienes un trabajo muy sedentario, ten en cuenta que puede ser importante incluir algún ejercicio en tu día a día. La buena noticia es que nunca es tarde para empezar.
Estos son los beneficios más importantes de la práctica del ejercicio físico:
Te ayuda a controlar el peso. Junto con la nutrición, el ejercicio físico juega un papel importante en el control de tu peso, y ayuda a prevenir la obesidad. Para mantener tu peso, la cantidad de las calorías que consumes debe ser la misma que la cantidad de calorías que quemas. Para perder peso, debes ingerir menos calorías que las que quemas; ya sea comiendo menos o ejercitándote más.
Reduce el riesgo de enfermedades del corazón. Es indudable de que el ejercicio refuerza el corazón y mejora la circulación sanguínea. Cuando el flujo sanguíneo aumenta, aumenta también el nivel de oxígeno en el cuerpo. Este proceso fisiológico tan simple ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas: colesterol alto, ataque cardíaco o enfermedades de las arterias coronarias. Por si fuera poco, el ejercicio físico también ayuda a disminuir la presión arterial y los niveles de triglicéridos (un tipo de grasa).
Controla los niveles de azúcar en sangre y de insulina. El ejercicio puede reducir los niveles de azúcar en sangre y ayuda a que la insulina funcione mejor. Esto puede reducir el riesgo de sufrir el síndrome metabólico y diabetes tipo 2. En el caso de que ya se tenga una de estas enfermedades, la práctica regular de ejercicio físico puede ayudar a controlarlas.
Mejora la salud mental y el estado de ánimo. Durante la práctica de una actividad física deportiva, el cuerpo libera ciertas sustancias químicas que provocan una sensación de bienestar, mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés, reducen el riesgo de sufrir una depresión, y por si fuera poco, aumentan la capacidad del cerebro para aprender.
Fortalece huesos y músculos. El ejercicio puede ayudar a niños y adolescentes a desarrollar unos huesos más fuertes. En edad adulta, el ejercicio ayuda a retrasar la pérdida de densidad ósea que viene con la edad. De la misma manera, con la edad se pierde masa muscular que tanto ayuda a quemar calorías estando en reposo; por lo tanto, la musculación ayuda a prevenir la obesidad. Fortalecer el tronco también ayuda a prevenir problemas de espalda.
Ayuda a dejar de fumar. En el caso de una persona fumadora, el ejercicio puede hacer que sea más fácil dejar de fumar: reduce los antojos y los síntomas de abstinencia. También ayuda a limitar y controlar el peso cuando se deja de fumar.
Reduce el riesgo de cáncer. El ejercicio también reduce el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer, como el de colon, pecho, útero y pulmón.
Minimiza el riesgo de caídas. Realizar actividad física para mejorar el equilibrio y el fortalecimiento muscular, además de practicar una actividad aeróbica, ayudan a reducir el riesgo de sufrir una caída.
Mejora el sueño. El ejercicio físico ayuda a dormirse más rápido y a tener un sueño más profundo y duradero.
Mejora la salud sexual. Otro de los beneficios que trae la práctica regular del ejercicio físico es que puede reducir el riesgo de sufrir disfunción eréctil en los hombres. Para los hombres que ya la sufren, el ejercicio mejorará esta disfunción. En el caso de las mujeres, el ejercicio puede incrementar el deseo sexual.
Cabe señalar que muchos de estos beneficios tienen un buen número de ventajas obvias: vivir más años debido a evitar la muerte por enfermedades del corazón o cánceres, vivir una vida más saludable y activa, e incluso reforzar las relaciones de pareja. Por lo tanto, estar en buena forma física es muy importante y desde DF hacemos todo lo posible para informarte y ayudarte a practicar el ejercicio de la mejor manera posible.
